viernes, 17 de abril de 2015

Los mexicanos son huevones

Ser huevón en México es ser alguien que no quiere trabajar.
No sé exactamente de donde viene la creencia popular de que los mexicanos son flojos pero éste mito es totalmente falso.

México es uno de los países donde más horas se trabaja por año y menos vacaciones hay. De igual forma, en el sistema educativo se tiene gran número de horas  clases.
La pregunta es ¿porqué si se trabaja tanto no se ve reflejado en los ingresos?
El mexicano usualmente pasa la jornada completa y hasta horas extras laborando pero el precio de su trabajo está tan devaluado que no se le pagará más.
El país ofrece mano de obra muy barata a nivel global realizando maquila o ensamblaje de productos electrónicos; televisiones, celulares, ropa, refacciones, computadoras, partes de autos y hasta aviones. A pesar de que se trabaja más comparado con otros países, la economía crece lentamente por la utilidad tan baja que se genera.
Otra desventaja es que el mexicano hace de todo y se especializa en nada. Forma parte de una cadena de producción multinacional en la que es el último eslabón y le toca una misera rebanada del pastel.

Referente a la educación, el que los niños asistan 5 ó 6 horas a la escuela no significa que aprendan más si el programa educativo es inaceptable  y los profesores no están capacitados para enseñar efectivamente

En México, el empleado trabaja en promedio 45 horas a la semana y encabezamos la lista de los países que más trabajan  después de Chile y Corea que depende de la actividad pueden tener jornadas de hasta 50 horas. En Estados Unidos trabajan 44 horas y en Rusia 40 horas semanales con 28 días de vacaciones pagadas cada año.

Es común escuchar que el mexicano es menos productivo, que la cantidad no equivale a la calidad pero si esto fuera cierto, entonces  ¿porqué Estados Unidos y Cánada  siguen importando mexicanos?
Es evidente que el desempeño de un trabajador mexicano es bueno en cuanto a mano de obra y aunque sea "explotado" laboralmente, eso no es nada porque el mexicano vive para trabajar y no trabaja para vivir.





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